Canto ostinato, de ten Holt

ten Holt es un compositor holandes, que vive en Holanda. Como es holandés, pues habla en holandés y gran parte de las cosas que se cuentan de él están el holandés. Lengua, dicho sea de paso, que no domino en absoluto. Era un tipo que hacía una música más o menos normal, dentro de lo que se ha dado en llamar música contemporánea. Le tiraba bastante el tema de la interpretación dentro de la composición, algo parecido a la performance, el da-da... también trataba de conciliar la música tonal con el serialismo y lo que se ha dado en llamar música contemporánea... pero bueno, tampoco sé grandes cosas de ten Holt. Si queréis ampliar información, podéis ir a su propia página

Total, que un buen día, a nuestro amigo se le ocurrió escribir canto ostinato. La idea es bastante buena. Él trabaja con cuatro pianos, que pueden ser más o menos, porque el número de intérpretes no lo exige demasiado. En la partitura uno se encuentra con una serie de células que han de ser repetidas un número indeterminado de veces. Ya hemos comentado alguna pieza en ese estilo dentro de este blog, por ejemplo "In C", lo que pasa es que aquí, todos los pianistas tienen que ponerse de acuerdo para hacer exactamente el mismo número de repeticiones. Lo que pasa es que, si bien Canto ostinato siempre sonará más o menos igual, el resultado temporal puede cambiar bastante. Luego también, algo que caracteriza a esta pieza es que siendo minimalista, ten Holt decide utilizar elementos tonales tensionales, que es algo que casi todos los músicos minimalistas tratan de evitar. ten Holt sí busca una dirección armónica y hay momentos de tensión y de reposo, aunque, claro está, muy dilatados en el tiempo. Luego hay muchas cosas que se dejan a la elección del intérprete, las dinámicas, ciertas entradas que pueden adelantarse o atrasarse en el tiempo, e incluso uno de los pianos trabaja con más libertad que los demás en toda la zona central.

Antes decía que podían ser más o menos pianos. El autor era bien consciente de que encontrar cuatro pianos juntos en bastante complejo. No sé si fue por eso o no, pero es cierto que dice que puede ser interpretada por un pianista solo, o más, y hay una especie de gradación de importancia que visualmente se refleja en la partitura con el grosor de las notas. Es decir, primero tocamos los pentagramas que tienen notas más gordas y después los que las tienen más pequeñas. Además, el compositor permite improvisar (siempre dentro de la armonía) e incluso cambiar el timbre de uno o más pianos por otros instrumentos de teclado, buscando o no el contraste, siempre a elección del intérprete. Y toda esta libertad ha dado lugar a multitud de versiones distintas de la misma pieza. El otro día hablaba yo con un amigo, sobre como la improvisación y la capacidad de versionar una pieza parece que quedan al margen de la música clásica, siendo prácticamente imprescindibles en todos los demás tipos de música (Rock, jazz, pop...). Bueno, está claro que a esta pieza no le afecta.

Como la pieza se suele hacer larga (hay versiones de más de tres horas), normalmente se toca fuera de los escenarios habituales, dando al espectador la posibilidad de acercarse o alejarse a placer. Una plaza, un parque, incluso una estación de tren, han sido escenarios de canto ostinato.

La obra se hizo tan popular, que en Holanda se realiza desde hace tiempo un festival, todos los años, dedicado solamente a esta pieza.

Iba a poner un cachito pequeño para abrir boca, pero creo que es mejor descubrirla entera.

Espero que os guste