viernes, 19 de marzo de 2010

El concierto para piano y orquesta nº2, de Prokofiev




Hoy vamos a hablar del concierto para piano y orquesta nº2, de Prokofiev. Este es un concierto muy espectcular, dificil y no se toca demasiado, aunque sí hay varias grabaciones en el mercado que están bien.

Prokofiev lo escribió con veintipocos años. Estaba pasando unas vacaciones en la casa de un tio-abuelo suyo, que parece ser que había invitado a toda la familia a esas vacaciones.Entonces conoció a una prima lejana, que coincidió allí también y tuvieron una historia de estas entre primos que estaban tan de moda en la rusia de principios del siglo XX, y por lo visto pasaban todo el día juntos. Luego, por la tarde, Prokofiev dedicaba un rato a componer. Un par de horas, parece ser.

El caso es que claro, esta circunstancia, unida a que el joven compositor no iba a las clases de composición, porque pensaba que sus profesores eran unos anticuados que no le podían enseñar nada provechoso, hizo que el concierto resultara, cuando menos... curioso. Sin embargo, el chaval tenía talento, no lo podemos negar, y el concierto suena bien. Luego es cuando se analiza cuando salen a la luz los problemillas. Sobre todo en la orquestación. Pero por hoy no me voy a meter con él, que bastante caña le meto al pobrecillo a diario.

El caso es que lo escribió mientras estudiaba todavía. Más que demostrar que era un buen compositor estaba interesado en demostrar que era un buen pianista. A una muchacha le llamará más la atención que le toques el segundo concierto de prokofiev a que le digas que lo has escrito tú (incluso hoy en día, las muchachas nos dirán que suena mal). Y es lo que le dijeron el día del estreno. Las muchachas y los críticos. Que sí, que tocaba muy bien, pero que el concierto no tenía ni pies ni cabeza. De hecho empezaron a ponerle el apodo de "L'enfant terrible", que es algo así como "el niño que hace disonancias y nadie sabe muy bien por qué, pero se las estrenan"

Hoy en día puede sonarnos bastante bien, pero tenemos que tener en cuenta que el concierto se estrenó en Rusia en 1913, y que en Rusia en 1913 todavía reinaba el Zar nicolás II, y la línea compositiva era más bien nacionalista, y que si bien Stravinsky que también era ruso había estrenado la consagración de la primavera, eso había sido en París, que estaba (y está) bastante lejos de Rusia. El caso es que en general levantó bastante polémica. Y claro, Prokofiev quería montarlo como obra de concierto de fin de carrera, de hecho para eso lo había escrito. Queda mejor un pianista que termina su carrera de piano si toca un concierto suyo que si toca uno de otro compositor. Más aún si ese concierto suyo es el que escuchamos hoy. Pero las críticas que se habían levantado alrededor del concierto en San Petersburgo le hicieron replanteárselo, y al final terminó montando, de nuevo, el primer concierto, suyo también, que si bien había levantado las mismas opiniones que el segundo, éstas estaban más alejadas en el tiempo.

Y así se quedaron las cosas. Prokofiev terminó su carrera, pero no con la máxima calificación, que se le llevó otro chaval. Prokofiev le echó la culpa al tribunal y los demás le dijeron que tampoco tocaba tan bien. Y bueno, luego escribió tres conciertos más para piano, y dos para violín y sinfonías, óperas, bandas sonoras...

Luego se murió, en 1953, dos horas antes de que falleciera Stalin.

En el fondo, el régimen ruso no era nada sin él.


1 comentario:

  1. Creo que lo que no tiene pies ni cabeza es esta entrada. No aportas nada nuevo, solo copias citas de otros autores. Que pena.

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