jueves, 5 de marzo de 2009

La danza macabra, de Saint-Saëns


Saint-Säens era francés. Y como todos los franceses era un tipo peculiar. Aunque vivió en la época de transición entre los siglos XIX y XX, su estilo no se parece mucho al de la gentecilla que vivió en ésta época. Bueno, quizá un poco a Fauré. Pero desde luego no tiene nada que ver con Debussy, ni con Ravel, ni con Mahler, ni con Schömberg, ni con Strauss (Richard, claro) ni con Satie, ni con Brahms, ni con Liszt, ni con...

Por partes:

Hace mucho tiempo, no existían los conservatorios. Si querías ser compositor, o una de dos, o le pagabas a un maestro y que te enseñara (por ejemplo, el caso de Mendelssohn) o te ponías a componer y que pasara lo que tuviera que pasar (por ejemplo, el caso de Schumann). A lo mejor había escuelas donde se enseñaba música y esas cosillas, pero desde luego no se hacía de manera profesional, como se hace ahora... bueno.

Un día, a una gente, se le ocurrió que sería buena idea crear un organismo en Paris, para enseñar música allí. Y claro, para que la gente fuera y tuvieran éxito, pues tuvieron que vender algo nuevo. Se les ocurrió vender una serie de reglas armónicas y contrapuntísticas, las cuales, si eras capaz de cumplirlas te darían un resultado aceptable. Se suponía que una vez fuera del conservatorio, olvidarías esas reglas que te habían enseñado a andar y crearías otras cosas con un lenguaje propio, y se suponía que si no tenías talento, pues siguiendo esas reglas podrías defenderte a la hora de hacer arreglos y otras cosillas (vaya, como en todas las carreras, digo yo)
El caso es que Saint-Saëns tenía talento, pero por alguna extraña razón no se olvidó de esas reglas. Quizá porque ayudó a instaurarlas (según cuenta la leyenda). Total, que por eso su estilo es tan "descafeinado". Es lo que después hemos comenzado a llamar un estilo académico. (Antes no existía ese estilo, porque no existía tampoco la academia). Por ejemplo, en uno de sus conciertos para piano, no recuerdo ahora cuál, se puede escuchar un pasaje que es en verdad un contrapunto a dos voces en 4ªespecie. Es el úncio compositor al que le he oído algo así. Y luego es curioso, porque él criticaba a los profesores de contrapunto. Compositores...

En 1874 escribió la Danza Macabra. Esta danza es un ejemplo de lo que se llama Música programática, es decir, aquélla que sigue un guión, o cuenta una histora. En este caso, comienza con las doce campanadas, simbolizadas por doce repeticiones de la nota Re. Después, aparece la muerte con su violín, lo afina, y se pone a tocar. Como resulta que estamos en un cementerio, pues los muertos hechos esqueletos en su mayoría, se levantan de su tumba y se montan el jolgorio padre junto con la muerte. Al final amanece, canta el gallo y todos vuelven a sus tumbas. El canto del gallo es un solo de clarinete, y el regreso a las tumbas está musicalizado con unos golpes de timbal que representan los golpetazos que pegarían las lápidas. Hoy en día, que todo el mundo está "enterrado" en un nicho, pues no podría pasar esto. Total, que al final la muerte se va también y el cementerio vuelve a quedar solitario. Saint-Saëns utilizó en esta pieza (y fue pionero en su utilización orquestal) un instrumento importado de África, que se llama Xilófono. Ahora todos conocemos este instrumento, pero alguien me contó una vez que en el primer ensayo un músico le preguntó a Saint-Saëns que qué instrumento era ese de nombre tan extraño, y parece ser que Saint-Saëns le contestó:

-Es un instrumento que usted puede ver en la tienda de música de la esquina.

Total, que esta historia es curiosa, pero no tiene mucha pinta de ser cierta. Me imagino que no lo sería porque supongo que en el primer ensayo ya tendrían el xilófono allí y Saint-Saëns le diría al músico:

-Un Xilófono es esto.

En el estreno no gustó mucho. Dicen por ahí que sólo le gustó a un tipo, que se llamaba Franz y se apellidaba Liszt. Y aunque le quedaba muy poco tiempo de vida (pero él no lo sabía, claro) pues hizo un arreglo para piano sólo que está muy chulo.

Mucho tiempo después, ya en el siglo XX, un pianista famoso que se llamava Vladimir Horowitz, y al que le gustaba cambiar las notas de las piezas románticas, cogió la versión de Liszt y la modificó, haciéndola más difícil aún. Y ya, hace poco, me parece que Volodos metió algunas notas más por ahí, pero no estoy seguro.

Luego llegó Michel Jackson e hizo "Thriller", pero eso no tiene nada que ver.

Total, que intentaré colgar aquí la versión orquestal, y la versión de Horowitz, interpretada por él mismo.

Pero eso será, seguramente, cuando vuelva a casa. (El Domingo)

¡Hasta pronto!

Danza Macabra versión piano

4 comentarios:

  1. Excelente historia sin duda, he de añadir que el musiquito este tiene una sonata para clarinete y piano que no está mal... tampoco es que sea nada del otro mundo pero recuerdo que un movimiento (creo que era el tercero) era realmente genial. Y no porque fuera complejo, sino más bien por lo evocador y bello que resulta con un material más bien escueto.

    ResponderEliminar
  2. Sacado del Rienzi de Wagner... como acabo de escuchar... :S

    ResponderEliminar
  3. Hola, he encontrado este blog por casuaidad y me parece muy interesante. Sobre el análisis de Danse macabre quiero puntualizar que el canto del gallo no lo interpreta el clarinete sino el oboe.

    ResponderEliminar
  4. ...de acuerdo en que saint-saens era un músico muy formal (demasiado a veces) y autocontenido, pero leo por aquí comentarios despectivos a su musica por simplona y descafeinada...me gustaría oir lo que componéis vosotros :)

    Si queréis una ración más de simpleza y mediocridad de este músico, pero de gran belleza, echadle una oreja al poema simfonico 'Phaeton'... aunque seguramente será otra de esas piezas que los genios que comentan por aquí podrían componer mientras se limpian la parte de atrás antes de salir del baño.

    ResponderEliminar

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails