Nuper Rosarum Flores, de Du Fay

Du Fay, más conocido como Dufay, era un tipo antiguo. Muy antiguo. De hecho nació cuando detrás del 1 había un 3. En seguida llegó el siglo XV.
Pero nuestra historia empieza mucho antes. En concreto en 1296, cuando Arnolfo di Cambio decide que Florencia tiene debería tener la catedral más grande del mundo y diseña una catedral que cumpla este requisito. Bueno, no sabemos si fue él quien lo decidió, al fin y al cabo sólo era el arquitecto. Probablemente alguien se lo pidiera…
Claro, como pasaba antiguamente, (y ahora también pasa, qué carajo) pues la obra se fue alargando más y más, hasta que llegó el año mil cuatrocientos y pico. Varía según las fuentes, y yo era muy pequeño como para acordarme en el caso de que hubiera estado allí. Pero debió ser alrededor de 1436 cuando la catedral fue consagrada. En realidad la catedral estaba hecha ya, desde 1418 aproximadamente, pero fue bendecida por segunda vez. Cosas de la vida. En realidad porque habían terminado la cúpula. Y, ¿que mejor manera de bendecir una catedral, que encargar a un compositor vivo la creación de una obra original?
Así que entre todos se dijeron: Hay por ahí un tipo que se llama Dufay, que dicen que es muy bueno, le haremos escribir algo. Dufay decidió escribir un motete. Un motete era lo más lógico, puesto que es el tipo de pieza religiosa pero no litúrgica por excelencia. Y decidió que para que la obra fuera perfecta, debería usar una estructura perfecta. Así pues estructuró el motete en cuatro partes. Estas partes están en proporción 6:4:2:3. Es decir la primera parte dura x, la segunda parte dura X/3*2, la tercera x/3 y la cuarta x/2. Si lo escucháis lo entenderéis perfectamente.
Ahora es donde vienen los problemas. ¿Por qué estas proporciones y no otras? Quizá la idea más romántica y más bonita, sea la que sostienen algunos musicólogos, y que dice que son las mismas proporciones de la cúpula de la catedral, que además, había sido diseñada por el mismísimo Brunelleschi, y era lo último que se había construido. 6 por las proporciones de la nave, 4 por las del transepto, 2 por el ábside y 3 por la elevación de la cúpula. Osea, un lío. Además, luego nos dijeron que en realidad esas no son las proporciones exactas de la cúpula, que son aproximaciones. Que las proporciones 6:4:2:3, hacen referencia a las proporciones del primer templo de Salomón. Que también son las proporciones perfectas. Y que se utilizaban en el primer cristianismo. Ve tú a saber. Tiene su lógica y es una explicación bonita. Pero resulta, que utilizar un mismo tenor en los cuatro tipos de prolación que se usaban en la época (los cuatro tipos de compás que había, para que me entendáis) daban esa misma proporción. Así que puede que el tipo decidiera usar los cuatro ritmos y nosotros nos estemos calentando la cabeza de más. Aunque esta teoría es la más fea de las tres, pero…
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